¿Qué es la Fraternidad?
Para comprender su importancia podemos sostener que se trata de un vínculo indisociable de amistad, compromiso y responsabilidad con los demás. Es el núcleo y principio rector de toda comunidad que aspire al bien común y a la inclusión de todos sus miembros. La Fraternidad debe dejar de ser un estandarte nominal y recordatorio de la Revolución Francesa. No debe agotar su fuerza y profundidad en propagandas vacías. Nada de eso. La Fraternidad debe ser nuestra espada y nuestro escudo, el principio por el cual orientemos todos nuestros esfuerzos, para lograr al fin un vínculo de hermandad inquebrantable con nuestros pares. Es un ideal totalmente incluyente, no pueden ser dejados de lado, a su merced, aquellos que no lo comprenden y lo atacan sin saber. Ellos deben también ser comprendidos en este proyecto total.
Fraternidad es Acción. Fraternidad es Querer, aún sin saber si es posible Poder. Fraternidad es entrega, es lealtad, pero no vasallaje, sino compromiso con nuestros iguales, con todos, incluso aquellos que no nos comprenden.
Es en el corazón mismo de la Fraternidad donde aparecen los Jóvenes. Ellos, nosotros, nacemos de esa realidad, de ese destino imposible de ser sorteado o escapar y al que fuimos llamados. Es inconcebible la idea de Fraternidad sin el apoyo de las generaciones presentes y las venideras. Los Jóvenes son la fuerza motriz y la esperanza en donde descansa el funcionamiento de lo fraternal. Es por esto, que el comprometernos como Jóvenes es fundamental para mejorar las cosas para todos. No podemos hacernos a un lado. No podemos quedarnos sólo con las palabras y la escritura. Debemos actuar, debatir, consensuar y construir en base a las similitudes y diferencias.
Debemos ser Auténticos Revolucionarios, sentir con todo el dolor del mundo el hambre y la pobreza, la desidia y el egoísmo. La denuncia en sí misma es válida, pero no es el fin, es sólo un paso para tratar de cambiar la situación. Como sostenía vehementemente Ernesto “Che” Guevara, “La Revolución no se lleva en los labios para vivir de ella, sino en el corazón para morir por ella”. Debemos acercarnos a la realidad, no sólo para comprenderla mejor sino para actuar con espíritu fraternal y luchar por un cambio, para cambiar esta realidad que nos oprime y nos deprime. Pero es por esto mismo que no debemos bajar los brazos, sino utilizar este sentimiento de tristeza como motor para cambiar la realidad.
¡Somos Jóvenes, tenemos un destino, un compromiso, hagámoslo realidad!
“No te olvides nunca de sentir en lo más profundo cualquier injusticia contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Esa es la cualidad más linda de un revolucionario.” (Mensaje del Che a sus hijos).
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